sábado, 28 de diciembre de 2013

Torneo Amistad

Los días 27 y 28 de diciembre nuestro equipo disputó el III Torneo Fútbol 8 Juslibol de la U.D. Amistad.
Quedó segundo clasificado en su grupo. La semifinal la jugó contra el Real Zaragoza, equipo que finalmente se llevó el torneo. En el partido por el tercer y cuarto puesto contra el Balsas Picarral empató a uno y se llegó a los penaltis. Tras doce lanzamientos ganó el Balsas y nuestro equipo finalizó cuarto en el torneo.
¡Ánimo chicos, seguid así, a por el Torneo de Tudela!

 "Empezar una liguilla de tres mini partidos encajando un gol en la jugada del saque inicial no es que sea un buen inicio. Ese gol en frío, con un equipo que jugaba por vez primera en la temporada a fútbol 8, y contra un rival que nos tiene tomada la medida este año, condicionó, y de qué manera el partidillo y la liguilla. Nervios, imprecisiones, jugadores por debajo de su nivel. Poco a poco los chicos entraron en calor y en juego y se terminó encerrando al rival en su área, obligando a su portero a cortar con mano intencionada una jugada de gol fuera de su área –sin mayor sanción- y a estar a puntito de por lo menos empatar. No fue así y ya se había complicado la cosa.
Llegó el rival con nombre de pieza dentaria y la primera parte fue más de lo mismo: imprecisiones, falta de juego combinativo, fallos individuales. Pero un excelente gol de libre directo abrió la lata justo antes del descanso y se cumplió aquello de que los goles cambian los partidos. Segunda parte mejor y más fácil, a pesar de que las sensaciones sobre el nivel de los chicos no eran buenas.
Último partido de la liguilla contra un muy correoso Peñas Oscenses y, en caso de derrota, se daba por sentada la eliminación. Una vez más en la temporada, y van ……, empezamos encajando un gol y teniendo que jugar en contra del resultado. Sin demasiado buen juego pero con mejora en intensidad y en ganas, se logra empatar a uno para, acto seguido, encajar un nuevo gol más por error propio que por acierto del contrario. 2-1 y, para los que allí estábamos, final del torneo. De repente, el Amistad no pasa del empate con el Peñas y, empieza a complicarse su partido contra La Muela. Las calculadoras se ponen en marcha, hay que mirarse las normas del torneo y ver si prima el coeficiente general o el particular. Primera dosis de fortuna: prima el coeficiente general; si los locales no ganan, cabe la carambola si se dan los resultados precisos en al menos cuatro partidos. Amistad –La Muela 2-2 y, si ganamos al Amistad y el Montecarlo pierde uno nos colamos en semis. Otra forma de irse a casa, la del hilo de esperanza frente a la de la derrota, caramba.
La mañana del domingo se presenta soleada y, nada más llegar, vemos cómo el Peñas Oscenses gana al Montecarlo y deja a los chicos dependiendo de ellos mismos, algo casi impensable la víspera: si ganan al Amistad se clasifican segundos, si empatan o pierden, no pasan. Hay que creer que se puede y hay que querer ganar, y los chavales creen y quieren.
El partido contra el Amistad tiene poco que ver con los del día anterior; los chicos están metidos de lleno en la competición y además, por una vez y sin que sirva de precedente, se adelantan en el marcador. Los nervios y las prisas pasan entonces al bando local, que con ese resultado se va a la disputa del séptimo y octavo lugar: Tensión, lucha, intensidad, nervios, los escasos minutos que pasan muy rápido para los que pierden y muy lentos para los que ganan; poco fútbol y final con victoria. A semis contra el Zaragoza, mejorando la imagen del día anterior.
El partido del Zaragoza no suele ser un partido en el que el objetivo sea ganar, pero sí es importante ver cómo y cuánto se les puede aguantar, y se les aguantó francamente bien y prácticamente toda al primera mitad. Sólo segundos antes del descanso llegó el gol del Zaragoza, en lo que pareció en el campo fuera de juego, y que luego se corroboró por aficionados neutrales y por reportaje fotográfico. Tras ese gol, que de no haber sido validado por uno de los pésimos árbitros del torneo, presto a favorecer al que no necesita favores, hubiéramos sabido si los chicos son capaces de complicarle un partido al Zaragoza. No fue así, y tras el primero llegaron dos goles más para una derrota más que digna: El resultado fue de derrota, como las del día anterior, pero la imagen cambió.
Llegó la final de consolación y llegó quizá el mejor juego del torneo, con abundantes llegadas ligadas en la primera mitad, que además finalizaban en remates. Pese a adelantarse en el marcador, otro gol evitable dio el empate y con él la lotería de los penaltys, que en esta ocasión favoreció al Balsas. Si el año anterior, en el torneo del Oliver, la moneda cayó del lado del SGA, en este, tras  casi infinitos penaltys, el fútbol equilibró la balanza. Y allí, justo cuando acabó la participación del equipo en el torneo, llegó el mejor momento del mismo: el abrazo de todos los jugadores al compañero que estaba pasando un mal momento.
En resumen, un torneo con luces y sombras y un rendimiento en el casi olvidado fútbol 8 que probablemente mejorará en Tudela."

Crónica de Arturo González





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